Así como lo lee, las constantes amenazas y humillaciones de la actual gestión de Susana Villarán culminaron a lo largo del día de ayer cuando fueron despedidos varios grupos de serenos. Incluso algunos refieren, como Armando Jarama de 49 años y que trabajó cinco años sin beneficios, que en la mañana varios de sus compañeros fueron sacados de sus áreas de servicio para botarlos a la calle y quitarles el uniforme. Ya en la tarde en la base de Jr. Cangallo, donde funciona Setame, fueron despedidos por el propio gerente de Seguridad Ciudadana, Gabriel Prado Ramos, quien les entregó un memorando.
En el documento figuraba que de acuerdo a lo estipulado en el Decreto Legislativo 1057 y su reglamento aprobado por el Secreto Supremo 075-2008 PCM quedaban cesados en sus funciones.
Recuerda Jarama al igual que sus otros compañeros despedidos como Víctor Li Véliz y Alex Vílchez Tello, ambos con varios años en el servicio de Serenazgo, que hace un mes el propio Prado Ramos les dijo en una reunión que estaban en la mira, pues para ellos “eran gente de Castañeda”, así que tenían que irse con cuidado.
Ante estos hechos, decenas de ex trabajadores de la MML se dirigieron a la comisaría más cercana para traer policías para que constataran el abuso que se estaba perpetrando contra ellos, pues varios pensaban que sus contratos continuarían, incluso contaron que sus nombres figuraban en la lista de servicios de abril.
La transparencia, tolerancia y equidad quedaron guardadas en el baúl de los recuerdos para la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), luego que ayer echara a la calle a más de 200 serenos y 100 trabajadores administrativos de la corporación edil. Los despidieron porque, según las víctimas, los calificaron como “gente de Luis Castañeda”.
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